Miro atrás desconcertado
viendo mis manos gastadas,
viendo mis huellas marcadas
en el barro del pasado.
Ya mi tiempo coronado,
tarde yo caigo en la cuenta
que pasados los cincuenta
medio siglo se escapó.
Como niebla se esfumó
poco a poco, a marcha lenta.
Piteira Gómez.
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