Lastima el pecho el dolor
y se angustia el alma mía,
no esperaba esta porfía,
no esperaba ese rencor.
Ingenuo fui, si señor,
por creer en tu amistad,
mas habrá serenidad
ya pasada tu inmundicia.
Todo basas en codicia,
no tendrás felicidad.
Yo en tus desgracias creí
sin sospechar que mentías.
Tú por dentro te reías
y te burlabas de mi.
¡Hay que ver qué tonto fui!
mas tú muy bien me llorabas.
Buen teatro el que actuabas
para tus fines lograr:
viendo tus ojos llorar
el corazón ablandabas.
Y fuimos mi esposa y yo
apoyo en tus desventuras,
consuelo en tus amarguras,
el pañuelo que enjugó
y en tus mejillas secó
lágrimas que derramaste,
mas con nosotros jugaste
en un juego interesado.
¡Qué bien el juego has jugado!
¡Cuánto dolor nos causaste!
Ábrese a porta, entra o mundo no noso mundo, dámoslle ledicia e alimento, desconfiguramos todo para amoldarnos a quen entra e, de repente, cando todo o mundo ve a luz, o mundo sae, pecha a nosa porta e esquece o tempo que adicamos a configurar a súa felicidade.
ResponderEliminarTriste realidade a que reflictes neste poema. Triste pero cotiá. Sei moito diso.
Pero en fin, amigo Piteira, amiga Anna, aquí sempre haberá un espazo para vós.
Bicos para ti e para Anna.
Nena: Hai tempo que non falamos, culpa miña, seino ben.
ResponderEliminarAínda non logro entender por que alguén fai tanto dano a quen lle dá a man, aínda non mo explico. Pero de todo apréndese, aínda que ter que aprender cousas así á miña idade parece ridículo.
En fin, é verdade que a realidade supera, a miúdo, á ficción.
Non se podía resumir mellor o que quixen dicir no meu poema. Gustoume moito como o dixeches. Grazas por estar sempre aí e polas túas palabras e grazas tamén de parte de Anna.
Unha aperta, amiga Concha.
No sé a quién está dedicado, pero puede leerse el dolor y el daño; aparte de su gran estructura poética y melodiosa. Realmente, una gran forma de decir la maldad de los otros. Un saludo, estimado amigo.
ResponderEliminarQuiero dar un poco de humor. Realmente es bueno el poema y das una respuesta a tus sentimientos con versos. Un abrazo. McAndrés
ResponderEliminarMariela, no lo dedico a nadie más que a mí mismo. Sólo era una amistad que no lo era...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Bueno, Mariano, aunque ya me lo tomo con sentido del humor he de reconocer que sigo sorprendido. A menudo lo que escribo sucede tan sólo en mi imaginación, pero sucede. En este caso cuento la realidad más auténtica.
ResponderEliminarMe has hecho sonreir. Dices que quieres dar un poco de humor y a continuación dices que es bueno el poema...
Un fortísimo abrazo, M.cAndrés.
Espero poder tomar ese café prontito.