¡Cántos días xa pasaron
dende que non vos sentimos,
cántos camiños abrimos
e cántos se nos pecharon!
Doce toques espertaron
esperanzas agochadas,
foron doce as badaladas
que volveredes soar
e deixaredes voar
outra vez ilusionadas.
Un día que paseaba a un amigo me encontré, muy cortés le saludé mientras su mano estrechaba y al mismo tiempo pensaba: ¿Cómo se llama este chico? ¿Será su nombre Perico? ¿Sabrá que el mio es José? Juro que aún no lo sé, podría ser...Federico.